"El asado no debe esperar al comensal, sino el comensal esperar al asado"
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Esa frase es la máxima máxima de todo buen asador y debería uno acostumbrarse a incluirla en toda invitación, oral o escrita.
Especialmente para los comensales que se esperan para las 13 y a las 12.55 mandan un vergonzante mensaje de texto (porque no se animan a hablar) diciendo "Estamos entrando en la Panamericana". O sea que les faltan 65 kilómetros.
Versión gastronómica de aquella frase que solía leerse en los clubes en tiempos en que existía el fair play y que decía "el referee siempre tiene razón; el que así no lo entienda que no practique deporte".
Podría quedar así:
"El asado no debe esperar al comensal, sino el comensal esperar al asado; el que así no lo entienda que se conforme con lo que quedó."
Y lo que quedó estará "bien sequito" como les gusta a los herejes de la parrilla.
Suscribo con entusiasmo lo que dice Deschavador. Por mi parte, siempre calculo el punto del asado para no menos de 30 minutos después de la hora a la que invité, y al que se queja, le enrostro el apotegma. En un país donde se ha institucionalizado citar "a las 9 para empezar a las 9 y media", es lo único que se puede hacer...
2 comentarios:
Esa frase es la máxima máxima de todo buen asador y debería uno acostumbrarse a incluirla en toda invitación, oral o escrita.
Especialmente para los comensales que se esperan para las 13 y a las 12.55 mandan un vergonzante mensaje de texto (porque no se animan a hablar) diciendo "Estamos entrando en la Panamericana". O sea que les faltan 65 kilómetros.
Versión gastronómica de aquella frase que solía leerse en los clubes en tiempos en que existía el fair play y que decía "el referee siempre tiene razón; el que así no lo entienda que no practique deporte".
Podría quedar así:
"El asado no debe esperar al comensal, sino el comensal esperar al asado; el que así no lo entienda que se conforme con lo que quedó."
Y lo que quedó estará "bien sequito" como les gusta a los herejes de la parrilla.
Suscribo con entusiasmo lo que dice Deschavador. Por mi parte, siempre calculo el punto del asado para no menos de 30 minutos después de la hora a la que invité, y al que se queja, le enrostro el apotegma. En un país donde se ha institucionalizado citar "a las 9 para empezar a las 9 y media", es lo único que se puede hacer...
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