lunes, 30 de abril de 2007

El asador como objeto de culto

El asador enano para parrilla de ciudad sigue llamando la atención de quienes lo descubren. Esta foto fue tomada con el celular por una invitada al lechón de semanas atrás y reenviada al BP para su exposición. También tomó otras fotos cuando sólo quedaba la cabeza del porcino, pero no se publican por respeto al lector.
Ayer, el dueño del blog El Palabrero asistió al asado de un trozo de costillar y, pese a su apetito que es la gloria para cualquier anfitrión con seis kilos y medio de carne más unos chorizos con estragón, tuvo tiempo para definir al asador como un instrumento de tortura "marca Ignacio de Loyola". El aparatejo, más allá de que sea mirado con desconfianza por los comensales, no deja de dar satisfacciones.

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