
Supongamos que estás haciendo un asado de tiro largo (costillar que lleva tres horas o cordero al asador). La más fácil es comprar un poco de queso y unas aceitunas para entretener a los invitados tempraneros. Pero si tenés un disco de arado, también podés quedar bien con
unos chipás como los de la foto. O como estos, los hacés porque llueve y son buen acompañamiento para el mate. Con
una harina premezcla de Blancaflor, sólo te lleva diez minutos la preparación y otros veinte la cocción.
La única precaución es ponerlos a fuego bajo, para que una vez colocada la tapa del disco se produzca un efecto "horno". Cuando se hacen en el horno tradicional, no es necesario darlos vuelta. Pero acá sí. Estos chipás fueron puestos a las nueve menos cuarto de la mañana. Con el disco precalentado, y un poco de manteca para que no se pegaran. Se los tapó y se puso a fuego mínimo.

Quince minutos después, se dio vuelta los chipás que ya se notaban más livianos. Se los dejó quince minutos más, y a las nueve y cuarto estaban listo. Como se ve abajo. Pero hay que dejarlos reposar unos diez minutos más, porque salen muy calientes.

Y si un día tenés más tiempo, tenés que hacer la receta tradicional. Medio kilo de almidón de mandioca, cuarto kilo de queso mar del plata cortado en cubitos, dos huevos, dos tazas de leche y cien gramos de manteca. Pero si nunca amasaste, empezá por estos.